La fabada asturiana es de los platos más conocidos de Asturias y de España. Por eso, cualquier blog que publique recetas de comida española, no puede dejar de lado esta receta.
Preparar este plato puede parecer complicado, pero hoy vamos a demostrar que eso no es cierto. La fabada casera se prepara con una receta fácil, que solamente requiere un poco de tiempo y paciencia.
Para preparar esa receta vamos a necesitar el ingrediente esencial: las fabes. Si por alguna razón, no sabes de qué se trata, te dejo por aquí un enlace para que te informes sobre las fabes.
Para evitar cualquier error en la preparación de este plato, hoy vamos a explicar la receta de fabada asturiana casera, paso a paso. De esta forma, cualquier persona con cualquier nivel de experiencia en cocina, será capaz de prepararla.
Fabada asturiana, ingredientes y preparación
Descubre nuestra receta de fabada asturiana casera y tradicional, explicada paso a paso, y muy fácil.
Plato Carnes, Legumbres Cocina Española Keyword Receta tradicional
Tiempo de preparación 30 minutos Tiempo de cocción 3 horas 30 minutos Tiempo de reposo 8 horas Tiempo total 2 horas
Raciones 4
Ingredientes
2 chorizos
2 morcillas
1/4 de kilo de panceta o lacón
1/2 kilo de fabes
2 dientes de ajo
1 hoja de laurel
1 cebolla
azafrán o pimentón dulce
Sal
Elaboración paso a paso
Vamos a comenzar con el paso que toma más tiempo, pero que irónicamente es el más fácil (aunque toda la receta es fácil): el remojo de las fabes. Lo ideal es dejarlas remojando toda la noche, así que les buscaremos una buena cacerola o recipiente grande, donde quepan con el agua, sin problemas.
Como para la receta tenemos que usar lacón o panceta, es probable que necesitemos desalarlo, según el producto que hayamos adquirido.
Luego de pasada la noche, ya podremos continuar con la preparación de la fabada. Es conveniente enjuagar las fabes al sacarlas del remojo, y asegurarse de que no quede ningún residuo colado entre los granos, o de eliminar cualquier grano que no tenga buen aspecto.
Luego vamos a preparar nuestros ingredientes para la cocción. Vamos a pelar los dos dientes de ajo, y también la cebolla.
Depositaremos estos ingredientes en una olla grande, con un buen chorro de aceite de oliva, y añadiremos las fabes y la hoja de laurel.
Luego llenaremos la olla con agua, hasta sobrepasar el nivel de los sólidos, por aproximadamente un par de dedos de líquido.
Acto seguido, pondremos la cacerola a calentar. La idea es dejar que la preparación rompa a hervir, y entonces agregar un chorro de agua fría a la olla, para que la fabada retome la cocción normal.
En el momento en el que la preparación vuelva a romper a hervor, agregaremos nuevamente un chorro de agua fría para contenerla. Haremos esto incluso una tercera vez.
Una vez contenida la ebullición por tercera ocasión, será el momento de agregar "el compango" o las carnes, a la cocción.
Luego, la olla se dejará en el fuego durante unas tres horas. Sin embargo, no hay que olvidarse de nuestra preparación. Es necesario venir a supervisarla con cierta frecuencia, para asegurarse de que no se quede sin líquido. Si eso pasa, hay que rehidratarla con más agua. También hay que cuidar que la intensidad del fuego esté entre media y baja, para que el líquido no se evapore demasiado rápido, y podremos aprovechar para, de vez en cuando, retirar con una cuchara la grasa que irán soltando los embutidos mientras se cocinan.
Cuando ya vaya a terminarse el tiempo de cocción, vamos a probar las alubias. Si hace falta, hay que corregir la sazón con sal. En caso de añadir este último ingrediente, hay que revolver bien los granos antes de apagar la cocina.
Los amantes de receta tradicional de fabada asturiana, dejan un buen tiempo de reposo después de retirar este potaje del fuego. Con frecuencia, este tiempo suele ser de otra noche completa, y en principio, contribuye a que el plato tome una consistencia más espesa. También es posible aplastar unos cuantos fabes con un tenedor o contra un lado de la olla, para espesar el plato.
Evidentemente, después de dejar reposar la fabada, habrá que recalentarla. Para servirla, lo más común es disponer los granos en un plato hondo, por persona, y al lado servir una parte de las carnes.
CONSEJOS PARA ESTA RECETA
Hay quienes no retiran la grasa que va soltando el compango a lo largo de la cocción, porque aman el fuerte gusto que eso añade a la receta, y no les importa que el plato resulte tan calórico. Finalmente, se trata de un plato de invierno o de otoño, ¿no? En contraparte, hay quienes ni siquiera cocinan las carnes dentro de la olla de las fabes, sino que las hierven aparte. Incluso, puedes ahorrarte la cocción, ya que en principio, los ingredientes del compango suelen venir cocidos. La decisión queda al criterio del cocinero, pero implica un sacrificio del lado del sabor o de las calorías del plato. Yo les digo que es lo que hago: cocino las carnes con los granos, y retiro buena parte de la grasa.
No existe una ley sobre la manera de servir la fabada asturiana. También puedes dejar una parte de las carnes dentro del plato con las fabes, o puedes picar las carnes en trozos, para mezclarlas con el resto y distribuirlas en mejor proporción entre los comensales. Personalmente, prefiero estas dos maneras que acabo de comentar, sobre todo la última.
El pimentón se ha vuelto un ingrediente de uso más o menos frecuente en la preparación. Para los amantes de su sabor, hay dos opciones: añadir un par de cucharadas de pimiento en polvo a la receta, o añadir un pimiento rojo sin semillas y cortado en trozos, a la olla de fabes.
No hay nada de malo con cortar los vegetales para esta receta. Si bien la preparación más tradicional utiliza la cebolla y los dientes de ajo sin picar, estos dos últimos se pueden triturar, aplastar o poner en trocitos menudos, antes de pasarlos a la olla. Lo mismo ocurre respecto a la cebolla, que puede cortarse en trozos y así mezclarse mejor con las fabes. Lo que yo hago es dejarlos completos, y al final de la cocción, servir partes de la cebolla a los interesados (como yo).
Si puedes conseguir auténticos ingredientes asturianos para el compango, mucho mejor. Sabemos que las preparaciones y sazones de origen cambian un poco, y esa será la mejor manera de obtener el sabor auténtico de la fabada asturiana.
ASUSTAR LAS FABES. ¿QUÉ ES ESO?
¿Se acuerdan de cuando estábamos preparando la receta de fabada, y le añadimos un chorro de agua fría a la olla con las fabes, cuando había llegado a punto de ebullición? Eso se llama “asustar las fabes” y es muyyyyyyy típico de la receta de fabada asturiana. Con ello evitamos que la piel de la legumbre se desprenda durante la cocción.
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