Fácil - 60 min. - 4 pers.
Ingredientes
1 Kg. de pimientos rojos Lamuyo
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Necesitaremos además una fuente de horno y papel de aluminio.
Cómo hacer pimientos al horno.
Esta es una receta de verduras básica que siempre tenemos en mente y hacemos varias veces al año, ya que nos proporciona un “punto más” a numerosos platos.
En ocasiones nos invade la pereza de hacerlos por el tiempo que nos lleva, pero os garantizo que luego merece la pena con creces el trabajo realizado.
Hay infinidad de conservas de pimientos asados, algunas de muy buena calidad, pero pocas se aproximan a los que podamos preparar en el horno de casa. Además seguro que éstos nos saben mejor al haberlos hecho nosotros mismos.
Lo más tradicional es utilizar los pimientos rojos que encontraréis todo el año en los mercados, gracias a su cultivo en invernaderos, pero sabed que su mejor época es de verano a otoño. Del mismo modo podéis incluir pimientos verdes y/o amarillos, para darle un poco de colorido a la receta.
Hemos aprovechado para hacer todas las conservas con pimientos asados para todo el año. En 4 tandas de horneado de 1 kg. de pimientos cada una, me han salido 18 botes, perfectos para preparar un montón de recetas.
Son perfectos como complemento, guarnición, acompañamiento, guisos, ensaladas de pimientos, tostas, y todo lo que se os ocurra.
Se me está viniendo a la cabeza una ración de pimientos asados, con queso de Arzúa-Ulloa y anchoas del Cantábrico. O también una tosta de pan gallego, con pimientos y ventresca de bonito del norte.
Espero que os atreváis con ellos y los preparéis en casa, lo casero siempre triunfa. Preparación de los pimientos asados. Horneado
- Elegimos una fuente de horno en la que quepan perfectamente los pimientos. Podrían hacerse directamente en la bandeja del horno, pero yo prefiero usar una fuente aparte. Es más manejable y ensucio mucho menos.
- Precalentamos el horno 10 minutos a 200º C, función “calor total” o ventilador.
- Lavamos bien los pimientos y los secamos. Con la ayuda de un pincel de cocina (o mismamente con las manos) los impregnamos de aceite de oliva por todos lados. Salamos al gusto.
- Colocamos los pimientos en la fuente y ésta en la bandeja en posición central. Bajamos la temperatura del horno a 180º C, calor “arriba y abajo”, y horneamos 50 minutos.
- A la mitad de tiempo abrimos el horno y con cuidado de no quemarnos, le damos la vuelta a los pimientos. Así se asarán uniformemente por ambas caras.
- Pasado el tiempo retiramos del horno. Comprobaremos cómo su piel está completamente arrugada y han soltado un montón de líquido durante el horneado.
Limpieza, envasado y conservación. Presentación final
- Ahora nos enfrentamos a la tarea de pelar los pimientos. Para ello haremos que suden con un pequeño truco y de esta manera será muy sencillo pelarlos.
- Tapamos la fuente con papel de aluminio, y los dejamos tapados unos 15-20 minutos hasta que estén fríos y sea fácil manipularlos.
- Destapamos y uno por uno, separamos la carne del tallo y las pepitas, y vamos retirando la piel sin mayor problema.
- Los vamos pasando a un plato procurando que no lleven pepitas. Reservamos el agua que han soltado durante la cocción.
- Los cortamos en tiras, unas 5-6 por cada pimiento. Los pasamos a un bote de cristal, añadimos un poco de agua de la cocción y rellenamos con aceite de oliva hasta cubrirlos. Con este método lograremos que se conserven unos 30 días en el frigorífico.
Aquí tenéis un paso a paso en fotos donde muestro como preparar esta receta de pimientos asados. No os perdáis detalle para que os salgan perfectos. Cómo conservar los pimientos asados
Para conservarlos en casa los guardaremos en el frigorífico dentro de una bolsa de plástico con agujeros, para que respiren. Con este método nos durarán hasta 12-14 días en buen estado.
Aplicando esta receta, una vez asados y pelados podemos conservarlos en la nevera en botes de cristal con aceite de oliva. Nos aguantarán hasta un mes en perfectas condiciones.
Si los queréis para todo el año, rellenaremos los botes (esterilizados) añadiendo aceite de oliva cubriendo los pimientos. Los pondremos al baño maría, hirviendo durante al menos 20 minutos. De esta manera haremos unas estupendas conservas caseras disponibles para cualquier ocasión.
Otra manera de conservarlos es congelarlos. Bastará con hacer paquetitos con papel film con la cantidad que nos convenga.
Consejos para unos pimientos asados de rechupete
El principal componente del pimiento es el agua, seguido de los hidratos de carbono. Lo que hace que sea una hortaliza con un bajo aporte calórico.
Es una buena fuente de fibra y, al igual que el resto de verduras, su contenido proteico es muy bajo y apenas aporta grasas.
Los pimientos rojos son carnosos, gruesos y de buen tamaño. Una vez cocinados nos proporcionarán un sabor suave y delicado.
Para asar debemos escogerlos bien carnosos, duros y firmes al tacto, con un color brillante, la piel lisa, sin manchas ni golpes. Si observamos que están chafados o arrugados significa que ya llevan bastantes días almacenados.
El tallo verde también nos ayuda a identificar la frescura del pimiento. Tendrá que ser de color vivo, textura firme y consistente.
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