jueves, 5 de agosto de 2021

Los mejores trucos para cortar cebolla sin llorar


Trucos y consejos para cortar cebolla sin llorar

Picor de ojos, irritación, lagrimeo… ¿Te suena? Picar cebollas es una de las tareas más ingratas de la cocina, incluso para los que nos encanta estar siempre entre fogones. Para evitar estas molestas sensaciones, aquí tienes unos cuantos trucos para cortar cebolla sin llorar. ¡Se acabó el sufrir!

¿Por qué lloramos al cortar cebolla?

La responsable de causar tantas molestias es una enzima denominada alinasa. Esta se libera al cortar la cebolla y, al entrar en contacto con el aire, da lugar al propanotial, una molécula volátil derivada del azufre que daña el tejido conjuntivo y resulta muy irritante.

El lagrimeo característico que se produce al cortar cebollas no es más que una reacción natural del ojo, que intenta diluir y contrarrestar el efecto de este agente irritante. Gracias a unos cuantos consejos para no llorar cortando cebolla vamos a reducir la liberación de estos compuestos nocivos, o bien, intentaremos minimizar las molestias que nos ocasionan.

¿Cómo cortar o picar cebolla sin llorar?

Aunque no todas las personas presentan la misma sensibilidad hacia estas sustancias, lo cierto es que, en mayor o menor medida, cortar cebollas no es un gesto agradable para nadie. Por eso vamos a ver los mejores trucos para no llorar cortando cebolla.

1- Utiliza un cuchillo bien afilado y del tamaño adecuado

En cocina es siempre recomendable contar con buenos utensilios, pero esta premisa cobra más sentido aún si se trata de cortar cebolla. Ten en cuenta lo siguiente:

  • Utiliza un cuchillo bien afilado. Si utilizas un cuchillo con poco filo, estarás machacando la cebolla en cada corte y permitiendo que el gas nocivo se libere en mayor cantidad. Un corte limpio y un gesto preciso minimiza ese efecto. Para afilar el cuchillo antes de ponerte manos a la obra puedes usar una chaira, ese instrumento alargado que suele venir acompañando a los juegos de cuchillos.
  • Elige un cuchillo del tamaño adecuado. Tan importante como cuidar el filo es realizar cada corte con el cuchillo adecuado. Para cortar cebolla utiliza un cuchillo grande, que te permita moverte con agilidad. Si usas uno demasiado pequeño solo conseguirás maltratar el producto y aumentar la sensación de picor y lagrimeo. Es significativo que la acción de cortar cebollas haya servido para bautizar al cuchillo cebollero, el indicado para esta tarea. Por algo será.
  • El cuchillo siempre será de hoja lisa; nunca de sierra.
  • Asegúrate también de que utilizas una tabla de cortar que sea estable y amplia. Así trabajarás de manera más cómoda y segura.

2- Trabaja con rapidez

Cuanto menos tiempo tardes en realizar el corte, menos tiempo le das a la cebolla para que libere esas sustancias indeseables. Para ello es primordial seguir el consejo anterior. Además, según vayas practicando los diferentes tipos de corte adquirirás agilidad y soltura.

3- Lava la cebolla con agua

Un buen truco es lavar la cebolla bajo el grifo. De esta manera arrastramos parte de las sustancias nocivas que esta hortaliza contiene. Para que este truco sea efectivo lo haremos con la cebolla ya pelada y cortada por la mitad o en cuartos.

También puedes remojar el cuchillo y tus propias manos varias veces durante el proceso, especialmente si vamos a realizar cortes finos que requieren cierto tiempo, como el brunoise o la juliana. Eso sí, sécate bien las manos para que no resbale el cuchillo y puedas seguir trabajando de manera segura.

4- Mete la cebolla en el congelador

Si cortamos la cebolla cuando está bien fría, conseguimos ralentizar la liberación de sustancias irritantes. Aunque lo más recomendable es conservar las cebollas a fuera de la nevera, podemos introducirlas en el refrigerador una hora antes de utilizarlas para que estén frías. Si no te has acordado a tiempo, también vale con introducirlas en el congelador unos 10 o 15 minutos antes de cortarlas.

Igualmente resulta efectivo meter en la nevera el propio cuchillo que vamos a utilizar para que esté frío también.

5- Corta las cebollas a cierta distancia y cerca de una corriente de aire

Cuando cortes cebollas intenta estirar los brazos y retirar la cara de la tabla de corte lo más posible. Siempre conservando una posición cómoda que nos permita realizar el corte con seguridad, por supuesto. También resulta útil realizar esta operación cerca de una ventana abierta que genere cierta corriente de aire. Esta arrastrará parte del gas irritante y nos hará más cómoda esta tarea.

Si eres de los que llora a mares al cortar cebolla, no está de más que alguien te eche una mano y genere esa corriente con un abanico o artilugio similar. Igualmente, nos podría valer un ventilador, una solución más drástica pero efectiva.

6- Enciende la campana extractora

Si no cuentas con una ventana cerca o es un día de esos en los que no se mueve ni una gota de aire, también puedes conectar la campana extractora de tu cocina. Esta absorberá parte del gas irritante y evitará que entre en contacto con nuestros ojos.

7- Sustituye la cebolla por cebolleta o cebolla fresca

Si tus ojos son más sensibles de lo normal puede que ninguno de estos trucos te funcione del todo. En ese caso intenta utilizar variedades de cebolla más suave, como la cebolla fresca o cebolleta. En algunas recetas en las que solo necesites aportar un toque de cebolla, prueba a sustituirla por cebollino.

Gracias a estos trucos para no llorar con la cebolla no volveremos a sufrir más picor de ojos al preparar nuestros sofritos y ensaladas. ¿Cuál es tu truco para no llorar al cortar cebolla?

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