¿Sabíais que la cúrcuma es una pariente del jengibre? ¿Y que es una de las especies que forman el famoso curry? Tal vez sabíais ya que es una especia de un color amarillo intenso proveniente del sur de India; pero seguro os sorprenderá lo que os vamos a contar hoy sobre las impresionantes propiedades de la cúrcuma, una verdadera especia mágica con increíbles propiedades para la salud. Justamente por ello es una de las plantas medicinales que utiliza la medicina Ayurveda (medicina tradicional de la India), en especial como antiinflamatorio.
La cúrcuma es extraordinaria para proteger el hígado, y ayuda a combatir problemas digestivos como la acidez de estómago. Además es un potente antiinflamatorio, por lo que es muy aconsejada en tratamientos contra la artritis o el síndrome del túnel carpiano. Si a esto le sumamos que tiene propiedades antidepresivas; ayuda a cuidar el corazón; tiene beneficios contra ciertos tipos de cáncer y es una aliada contra los radicales libres, ¡no nos quedará más remedio que hacernos muy fans de la cúrcuma!
Y es que además de sus propiedades y beneficios, veréis que las recetas con cúrcuma que os traemos hoy son una verdadera tentación, con ese toque aromático que tiene la cocina del sudeste asiático; y no solo de aquella parte del mundo, porque por ejemplo, es uno de los ingredientes del Ras el Hanout, el delicioso condimento de la carne del kebab… ¿curiosos? ¡Vamos a descubrirlo todo sobre la cúrcuma!
¿QUÉ ES LA CÚRCUMA?
La curcuma longa, nombre científico de la cúrcuma, es una planta de la familia de zingiberáceas, al igual que el jengibre. Es nativa del suroeste de la India, donde se utiliza desde más de 2.500 años como especia y en especial, como colorante. También es conocida como azafrán indio, palillo de azafrán u oro indio.
Al igual que el jengibre, se cultiva por sus rizomas, es decir sus tubérculos. Los rizomas de la cúrcuma son nudosos y retorcidos, de un intenso color entre amarillo y anaranjado. Ésta es la parte de la planta que consumimos, pero mirad qué bonita es su flor… ¿sabíais que también se usan como plantas ornamentales? Claro que requieren el clima y la temperatura cálida y húmeda típica del sudeste asiático…
Imagen: Theeramet Ratsameewijitpaisan
Además de ser uno de los ingredientes característicos del famoso curry hindú, se usa ampliamente como colorante alimentario, por su maravilloso color amarillo. Desde la antigüedad se usa también para teñir tejidos y lanas, y pintar la piel.
Composición de la cúrcuma
Los componentes químicos más importantes de la cúrcuma son un grupo de compuestos llamados curcuminoides, responsables de su color. En particular, la curcumina, la demetoxicurcumina y la bisdemetoxicurcumina. El compuesto mejor estudiado, y al parecer responsable en gran parte de los beneficios de la cúrcuma, es la curcumina, que constituye alrededor del 3% de la cúrcuma en polvo. Contiene además aceites volátiles como turmerona (protectos biliar), atlantona y zingibereno; además de azúcares, proteínas y resinas.
La cúrcuma contiene al menos 10 componentes considerados anticancerígenos, entre los que se destacan: la curcumina y los demás curcuminoides; los betacarotenos; el curcumenol; la curdiona, turmenona, terpineol y limoneno.
CÚRCUMA, PROPIEDADES Y BENEFICIOS
Imagen: Joachim Schlosser
Ya os hemos nombrado de manera resumida algunas de las extraordinarias propiedades de esta especia, ahora es el momento de verlas una a una:
Cúrcuma, un protector para el hígado
Gracias a la curcumina, la cúrcuma es un excelente tónico biliar, es decir un hepatoprotector o protector del hígado (es decir que ayuda a proteger las células del hígado). Como hemos dicho antes también tiene otros componentes buenos para el hígado, como la turmenona, borneol, eugenol y ácido caféico. Algunos estudios afirman que nuestra especia mágica tiene una acción colecistocinética, es decir que ayuda a eliminar los cálculos biliares. Pero en este caso no se aconseja su consumo sin consultar previamente a un médico, ya que justamente por su acción estimulante, puede provocar la expulsión de las piedras causando una obstrucción.
Desde hace siglos en Asia la cúrcuma es utilizada como medicina para dolencias hepáticas; esto se debe a que además de las propiedades antes citadas, tiene también un gran poder antiinflamatorio y ayuda al drenaje hepático. Es por esto que su consumo es sugerido a personas con trastornos como cirrosis, ictericia, problemas hepáticos y de vesícula, colesterol alto, hepatitis, hígado graso. Además, aumenta los niveles de los antioxidantes naturales de nuestro organismo como el glutatión, de comprobada eficacia desintoxicante.
La cúrcuma, un aliado para la digestión
Si tenéis problemas de digestión lenta y en particular os cuesta digerir comidas abundantes o ricas en grasas, nuestra especia os puede ayudar. Es que la cúrcuma es una planta colagoga y colerética, es decir que ayuda a la vesícula biliar en su trabajo, favoreciendo su drenaje. Esto se traduce en una digestión más eficiente, en especial de los alimentos ricos en grasa. Esta acción también es debida a sus principios activos, que ayudan a producir más jugos gástricos y pancreáticos, sirviendo a su vez para equilibrar el pH en estos órganos.
En particular, tomar cúrcuma puede ser útil para:
Eliminar los gases: esta especia tiene propiedades carminativas, es decir que ayuda a expulsar los gases del intestino. En particular dos de sus componentes, el zinzibireno y el eugenol, tienen una potente acción carminativa, ayudando a personas con problemas como meteorismo y flatulencia.
Acidez de estómago: el llamado azafrán indio, como hemos visto, actua como un tónico estomacal, estimulando las secreciones de jugo gástrico y páncreativo. Esto facilita la digestión y nos evita el problema de la acidez de estómago después de haber comido algo muy picante o muy pesado.
Prevenir las úlceras estomacales: el zingibireno tiene propiedades antiulcerosas. Además, otras sustancias estimulan la producción de secretina, gastrina y jugos pancreáticos, además de contribuir al equilibrio del PH gástrico.
Combatir la gastritis crónica y la dispepsia: gracias a las propiedades que hemos nombrado en estas líneas, el consumo de cúrcuma está aconsejado en casos de dispepsia o gastritis crónica con hipocloridria (ausencia de secreciones ácidas en el estómago)
Propiedades antiinflamatorias de la cúrcuma
Los curcuminoides inhiben la producción de prostaglandinas inflamatorias del tipo 2. Esto convierte a la cúrcuma en un potente antiinflamatorio, indicado para el tratamiento de enfermedades de tipo inflamatorio como:
Síndrome del túnel carpiano
Artritis reumatoide
Morbo de Crohn
Dolores menstruales
Actúa reduciendo los síntomas y aliviando el dolor. Cabe destacar que para aumentar la absorción de sus componentes se aconseja tomarla acompañada con una pizca de pimienta negra. Ambas especias están presentes en el curry, por lo que su uso es perfecto para obtener el máximo de los efectos antiinflamarios de la cúrcuma.
Otra cosa a tener en cuenta es que la cocción destruye los curcuminoides, por lo que se aconseja agregar una cucharadita de cúrcuma al final de la cocción en vuestras recetas.
Cúrcuma como antidepresivo natural
Estudios científicos recientes han demostrado los efectos antidepresivos de esta especia. En particular, investigadores de la Universidad de Murdoch, en Australia, sugieren que las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de la cúrcuma podrían ser usadas como herramienta terapéutica en el tratamiento de la depresión en vez de enfocarse exclusivamente en atacar un desequilibrio químico del cerebro.
Además el extracto de esta planta atenúa las que son las consecuencias fisiológicas del estrés, del mismo modo que lo hacen algunos medicamentos antidepresivos: inhibiendo la enzima MAO A y aumentando los niveles de serotonina.
La cúrcuma te ayuda a cuidar tu piel
¿Se os hubiera ocurrido que la cúrcuma es buena para cuidar la piel? Es que sus efectos antiinflamatorios, y sus efectos benéficos sobre el hígado y el sistema inmunitario, la convierten en una aliada contra problemas de la piel de origen interno, como: el acné y la psoriasis. Atención porque en estos casos debe tomarse siempre por vía oral y nunca preparar mascarillas o darle otros usos externos, ya que como hemos dicho, ¡es un potente colorante! Si no queréis terminar pareciendo Lisa Simpson…
Protege tu corazón con cúrcuma
Imagen: Rajesh Pamnani
Entre las propiedades de la cúrcuma se encuentra su acción cardioprotectora. Tomar esta especia regularmente ayuda a disminuir los riesgos de enfermedades cardiovasculares. Se ha demostrado que ayuda a reducir los triglicéridos y combatir el colesterol; además combate el estrés oxidativo aumentando las enzimas antioxidantes y los niveles de vitamina C en el corazón.
Un estudio publicado en la Revista Americana de Cardiología ha demostrado que el consumo de extracto de cúrcuma reduce hasta en un 56% el riesgo de sufrir un infarto después de la implantación de un marcapasos. Y otra investigación publicada en la revista Nutrition Research afirma que la curcumina es tan efectiva como un régimen moderado de ejercicios aeróbicos para mejorar la función vascular en mujeres postmenopáusicas. Increíble ¿verdad?
Cúrcuma para tratar problemas respiratorios
Teniendo la curcumina una acción antiinflamatoria y antibronquial, la cúrcuma se usa en tratamientos contra la bronquitis. Por estas mismas características es recomendada en el tratamiento de enfermedades respiratorias crónicas, como el asma.
Una receta que vale la pena probar, sobre todo en caso de bronquitis, es el jarabe de jengibre, cúrcuma y cebolla. Os dejamos la receta más adelante, cuando os explicamos cómo tomar cúrcuma.
La cúrcuma, una ayuda para tu sistema inmunitario
Esta especia tiene una gran capacidad inmuno moduladora, es decir que ayuda a nuestras defensas naturales a defenderse de los ataques de virus y otros agentes. Especialmente en épocas de estrés, cuando nuestro sistema inmunitario es puesto a prueba, se recomienda el consumo de cúrcuma para fortalecer el organismo.
Su acción anticancerígena
Solo desde épocas muy recientes la medicina occidental ha comenzado a ocuparse de los efectos de esta especia sobre ciertos tipos de cáncer. Se están multiplicando los estudios científicos, muchos todavía en fase de investigación. En particular se estima que su consumo puede ayudar al organismo a superar los efectos de los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia.
Además, como dijimos anteriormente, esta especia tiene al menos 10 componentes útiles en la lucha contra algunos tipos de cáncer. Algunos estudios están desarrollando la teoría de que los curcuminoides pueden tener un efecto protector ante el cáncer de piel, cáncer de mama, cáncer de colon y cáncer de duodeno.
AYURVEDA Y CÚRCUMA
Debido a su gran variedad de usos medicinales, la cúrcuma es una de las hierbas más importantes en cualquier gabinete de medicina natural. En especial en la medicina ayurvédica, la ciencia médica tradicional de la India.
India tiene una de las tasas más bajas de cáncer de próstata, mama, colon y de pulmón en el mundo. Algunos investigadores atribuyen estas cifras al consumo regular de una especia común en la gastronomía hindú. Durante miles de años en el Ayurveda, esta especia común se ha utilizado para combatir el dolor físico; las enfermedades del hígado; obtener una piel sana; fomentar la claridad mental, la salud intestinal, el flujo de bilis y el metabolismo de la grasa.
Otro factor a tener en cuenta es que en el Ayurveda las hierbas se usan en su forma natural. Se usan enteras y se combinan con otras hierbas y especias enteras para estimular la función, que puede ser tan potente como los extractos de hoy en día.
CÚRCUMA, CONTRAINDICACIONES
En algunas circunstancias, es conveniente no consumir cúrcuma o consultar al médico antes de hacerlo:
En caso de estar en tratamiento con medicamentos anticoagulantes. La cúrcuma interfiere con la acción de estos tipos de medicamentos. Consultad con vuestro médico si tomáis medicamentos para las várices, problemas circulatorios o problemas cardíacos.
Piedras en la vesícula: como hemos dicho antes, esta especia prodría provocar la expulsión de las piedras, y si estas son grandes, se podría generar una obstrucción. Por ello hay que consultar al médico y realizar una ecografía antes de comenzar con cualquier tratamiento casero para expulsar las piedras.
En caso de enfermedades del hígado, es importante consultar a un especialista para determinar la gravedad de las mismas. La cúrcuma debe ser considerada un complemento a los tratamientos indicados por vuestro médico.
Antes de una operación quirúrgica es mejor evitar el consumo, ya que puede afectar la coagulación cardíaca.
Embarazo: la cúrcuma puede tener un efecto emenagogo, es decir estimular el flujo de sangre hacia la zona del útero, por lo que el consumo de suplementos durante el embarazo no es aconsejable
Lactancia y niños: no habiendo datos suficientes sobre su efecto durante la lactancia, se desaconseja la asunción. Tampoco es aconsejable el consumo de cúrcuma en niños menores de 3 años.
CÚRCUMA, CÓMO TOMARLA
Imagen: Simon A. Eugster
Seguro que os estaréis preguntando: ¿cómo se toma la cúrcuma? Pues bien, esto depende del uso. La dosis mínima es de aprox. 30 mg de curcuminoides, y teniendo en cuenta que la cúrcuma en polvo contiene aprox. 6% de principios activos, se puede alcanzar esta dosis consumiéndola como especia en nuestras recetas.
Para tratar dolencias y enfermedades agudas, como por ejemplo las enfermedades inflamatorias, la dosis diaria aconsejada es de entre 200 y 500 mg. En este caso es necesario asumir un suplemento de extracto de raíz de cúrcuma. Pero atención a la información del envase, controlad cuál es la concentración de curcuminoides.
Además os recordamos que la pimienta negra potencia la absorción de los principios activos de la cúrcuma por lo que es siempre recomendable consumirlas juntas.
La cúrcuma como especia en la cocina
La cúrcuma es una de las especias más utilizadas en la gastronomía del India. Como hemos dicho es una de las especias que forma parte del curry; también del Ras el Hanout, el condimento que se usa para macerar la carne del kebab. En los países donde su uso es más frecuente se comercializa tanto la raíz como el polvo. Nosotros podemos encontrarla fácilmente en polvo en cualquier supermercado.
Es importante recordar que para aprovechar los beneficios de la cúrcuma, debemos agregarla al final de la cocción. Está demostrado que superando los 15 minutos de cocción, se pierde el 80% de los curcuminoides.
Cúrcuma, ¿en polvo o en cápsulas?
La gran diferencia entre la cúrcuma en polvo y las cápsulas de cúrcuma es la concentración del principio activo. Mientras que en la especia en polvo la concentración de curcuminoides es de alrededor del 6%, las cápsulas contienen extracto de raíz de cúrcuma, y pueden llegar a 95% de concentración de principio activo.
Si necesitáis asumir dosis elevadas de cúrcuma, lo más indicado son los suplementos. La dosis de suplemento depende de la marca, pero en general con 1 o 2 comprimidos diarios se alcanza la dosis recomendada.
Existen algunas recetas caseras que podemos preparar con cúrcuma en polvo, aprovechando sus propiedades para la salud:
Cómo tomar cúrcuma para el hígado
Poner en una olla 1 litro de agua con 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra y llevar a ebullición. Cuando rompa el hervor, apagar el fuego y agregar 20 g de cúrcuma en polvo (3-4 cucharaditas), una pizca de pimienta negra y dejar reposar por 12 horas. Filtrar y beber durante varias tomas a lo largo de las siguientes 12 horas.
Jarabe de cúrcuma, jengibre y cebolla para limpiar los pulmones
Agregar en una olla 1 litro de agua; un trozo de jengibre fresco rallado; 1 kg de cebollas peladas y cortadas; 300 g de azúcar mascabada (azúcar de caña integral no refinada). Llevar a ebullición a fuego alto, cuando rompa el hervor bajar el fuego y dejar hervir hasta que el líquido se reduzca a la mitad. Apagar el fuego y agregar 2 cucharadas de cúrcuma en polvo. Dejar enfriar. Filtrar y conservar en la nevera, en un frasco de cristal.
Este jarabe para limpiar los pulmones se puede tomar mientras duren los síntomas, dos cucharadas por la mañana en ayunas, y dos cucharadas antes de la cena.
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