Ingredientes
100 ml de aceite de oliva virgen extra
30 ml del vinagre de Jerez o el que más os guste
1 Kg. de tomates rojos bien maduros.
1 diente de ajo
150 g. de pan blanco (un trozo), molletes andaluces o si no encontráis pan de trigo blanco (mejor que tenga un día o dos)
1 pimiento verde grande
1 pepino
Un pellizco de sal (esto al gusto) y agua como ingrediente opcional
Para la guarnición: 1 cebolla pequeña, 1 tomate, 50 g de pimiento verde y 50 g de pepino. (todo en pequeños dados)
Cómo preparar un auténtico gazpacho andaluz.
Hoy el tiempo en Madrid nos ha dado una pequeña alegría y he pensado en hacer el primer gazpacho de la temporada. Unas gotas de lluvia para refrescarnos, los primeros tomates con sabor y los calores que prometen darán caña esta primavera y verano. Por suerte con el aumento de las temperaturas llega una de las mejores temporadas para disfrutar uno de los platos estrella del verano, el gazpacho.
Las recetas de gazpacho son baratas, refrescantes y muy nutritivas. Un gran desconocido para mí hasta hace unos 10 años cuando llegué a Madrid, y es que las sopas frías en Galicia no se llevan. Allí somos más de caldo gallego que de salmorejo cordobés, la clásica porra antequerana, los gazpachos, como el de cerezas o el de sandía, el ajoblanco, vichyssoise, sopas de tomate y similares.
Al principio lo de beber tomate no lo entendía, porque no estaba en la cultura tradicional que me enseñaron en casa. Ahora puedo decir que es un plato fundamental en mi dieta diaria y que preparo durante todo el año, no sólo en verano. Recetas de gazpacho hay muchas, tantas como cocinillas, todo el mundo aporta su toque y adecua los ingredientes a sus gustos o a la temporada. Pero más allá del «con mucho ajo o con poco», lo importante es el tomate.
Se dice que el mejor es el de pera aunque yo creo que para un gazpacho inmejorable los tomates deben ser de la huerta y de verdad. Para esta mezcla de tomate, pimiento, pepino, ajo, pan, sal, aceite de oliva virgen extra y vinagre yo empleo esta receta con estas medidas. Resultado del consejo de una prima andaluza aunque yo le rebajo el ajo pues me gusta así. Probad y ya me contaréis vuestro toque.
Preparación previa al gazpacho andaluz
El gazpacho es una sopa fría servida habitualmente como primer plato. De elaboración muy sencilla y a la que se le añaden diferentes hortalizas y verduras, aliño con aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal. Solo hay que triturar y ya está pero os lo explicaré con detalle para que lo hagáis en casa. Seguro que volvéis a repetir, es una de esas recetas que gusta.
- Limpiamos bien los tomates y lavamos toda la verdura que vamos a emplear. Hay que tener en cuenta que es una receta que no va cocinada, y a pesar de acidificarla con el vinagre es muy importante que todo vaya bien limpio. Cortamos en cuartos los tomates y los añadimos a un bol grande.
- Pelamos los pepinos y les cortamos los extremos. Los cortamos en trocitos pequeños. Cortaremos del mismo modo la cebolla pelada y el pimiento verde. Reservamos
- Cortamos el pan en trozos pequeños y le añadimos un poco de agua, lo dejamos reposar durante unos 10 minutos. Así ayudamos a que el pan se ablande si está muy duro y será mucho más fácil de batir.
- Pelamos el diente de ajo y como lo vamos a usar en crudo le quitamos el centro para que no repita. Lo añadimos al bol con el tomate y las demás hortalizas.
Preparación del gazpacho andaluz
- Echamos el aceite de oliva virgen extra, el vinagre de Jerez y la sal. Trituramos con la batidora hasta que nos quede una salsa líquida. Pasamos esta salsa por un colador o un chino (un colador con los agujeros algo más grandes que los coladores metálicos de malla).
- Así retiramos posibles trozos de piel y pequeñas pepitas que hayan quedado hasta que nos quede lo más fino posible. Probamos si está bien de sal y si no rectificamos con un poco más.
- Sólo nos queda meter el bol en la nevera y dejar que se enfríe, en un par de horas lo tendréis bien fresquito y perfecto para probar el mejor gazpacho de cerezas.
- A la hora de la presentación, lo mejor es ponerlo en un plato hondo o cuenco y acompañar con unas lascas de jamón de bellota (un poquito sólo no os va a arruinar) o unos taquitos de queso fresco tipo mozzarella. Para mí, el mejor gazpacho se toma simplemente en vaso y ya está, directamente para el cuerpo. Buen provecho.
Podéis ver todas las fotos del en el paso a paso de esta receta.
Consejos, curiosidades y truquillos para hacer un gran gazpacho
Este cóctel de vitaminas y minerales para el organismo es una fuente natural de vitamina C (principalmente por el pimiento). También vitaminas A y E, hidratos de carbono, algunos minerales como el fósforo, hierro, calcio, magnesio, zinc, potasio y sodio. Además de fibra vegetal y sustancias antioxidantes como el licopeno. Que es el responsable del color rojo del tomate. Es depurativo y diurético y las cualidades naturales del aove para nuestra salud. Un gran vaso de gazpacho no supera las 100 calorías.
Los tomates deben estar maduros, lo notarás al tacto y por su color. Además es importante que sean de calidad para que tu gazpacho marque la diferencia con el de los demás. Eso sí, no esperéis un gazpacho profundamente rojo, eso es imposible.
Yo no tengo Thermomix, dicen que se consigue con ella un gazpacho muy fino. Yo uso batidora y os aseguro que vale perfectamente, a lo mejor no queda una crema súper fina. Aunque a mí también me gusta ver de qué está hecho. Si veo un pequeño trocito milimétrico de piel de tomate me da lo mismo. En Andalucía hace 100 años no tenían Thermomix y les salía increíble, seguro.
Cuando lo empleo sólo para beber cuando lo ceno, va con un poco de agua y queda suelto. Sigue siendo sopa pero más suave, si es para comer mi consejo es que tenga una cierta consistencia. Cuidado, en algún restaurante me he encontrado con un gazpacho completamente aguado y eso tampoco debe suceder.
Lo que está claro es que gazpacho con tomate no pudo existir antes de la conquista de América. De allá nos trajimos el tomate y los pimientos, entre otras cosillas.
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